CAPA- TEATRO 7/ 06
ESPACIO CURRICULAR CAPA DE TEATRO.
DOCENTE: Megías, Guadalupe
Recibo
hasta el 14/06
Vía
WhatsApp 3804262704
o Mail.
guadalupemegiasarias@gmail.com
1)
LEER
LAS SIGUIENTES OBRAS Y LUEGO RESPONDER LAS SIGUIENTES PREGUNTAS.
1 OBRA
a)
¿De
qué se trata? ¿Cuál es el conflicto?
b)
¿Alguna
vez pasaste una situación Similar?
2 OBRA
a)
¿De
qué se trata? ¿Cuál es el conflicto?
b)
¿Qué
piensan de la actitud de Marcelo? ¿Por qué creer que miente?
YO,
ADOLESCENTE
ACTO I
Pancarta:
S.O.S (Juego escénico de pantomima
Soy
adolescente para presentar la pancarta)
Escena 1º
(El comedor
de una casa. La madre cose. El padre lee el diario)
(Se escucha ruido de platos)
Madre:
Alejandro, creo que la nena está por pedir algo grande
Padre:
(Distraído leyendo) ¿Sí? ¿Por?
Madre: Porque
la vez que terminamos de almorzar y ella se levanta sin que yo diga
nada y empieza
a lavar los platos, es porque tiene algún interés.
Padre: Te
ruego que si lo que quiere es otro pantalón te pongas firme esta vez.
(Pausa)
Aunque no sé ni para que te lo digo, si lo mismo, entre las dos, deciden todo
sin mí. Yo
soy el último que se entera de todo en esta casa.
Madre: Está
bien, rezongón. Andá a aprovechar la siesta.
Padre: Sí, me
voy a dormir. Por favor, despiértenme a las cuatro, y con el café listo,
así no se me
hace tarde. (Lo dice para la madre y para la hija que viene entrando)
Madre:
Acostate tranquilo
Hija:
(Adolescente) Bueno, papito. (El padre se va. Acercándose compradora a la
madre) Mamá,
terminé de lavar los platos. ¿Querés que te cebe mate mientras
miramos la
novela? Ya puse el agua.
Madre: (Para
sí misma) Creo que va temblar. (Dirigiéndose a la hija con una sonrisa)
¿Te sentís
bien?
Hija: Si,
requete, y si enseguida me decís que sí a una cosita que te voy a pedir,
mejor
todavía. (va a la cocina)
Hermana:
(Desde la puerta de la cocina) (Con mímica la alienta a seguir hablando
con la madre.
Risita de ambas)(Es un poco menor que la protagonista)
Hija: (Se
acerca con los elementos del mate. También viene la hermana. Comienza
a preparar
todo y le ofrece un mate a la madre mientras le dice mimosa) . . . mamá . .
. (no se anima
y cambia el tono). Hoy tuve hora libre de inglés.
Madre:
(tomando mate, simulando interés y comprendiendo lo que ocurre) ¿Sí? Qué
barbaridad
¿no?
Hermana: (Le
hace muecas para que hable de una vez)
Hija: (Otra
vez en tono pedigüeño). . . mamá . . .
Madre: ¿Sí?
(la hija no responde) ¿Tuviste alguna otra hora libre? (Pregunta con
doble
intención)
Hija: No, no
, no es eso. ¡Vos sabés que copado! Las chicas y chicos de 9º se fueron
a un
campamento del colegio...
Hermana: (En
secreto a la otra) ¡Dale! ¡No parés!
Madre: Sí, es
muy lindo. En mis tiempos no se veían esas cosas. Son oportunidades
muy valiosas.
Y el curso de ustedes ¿cuándo sale de campamento?
Hija:
Justamente de esto quería hablarte. Como nosotras estamos en octavo, este
año no nos
toca campamento, pero con las chicas hemos pensado . . . porque el
padre de una
de ellas nos puede prestar la finca . . . y como es todo entre
compañeros es
como si el colegio lo organizara . . . aparte sería nada más que por
un fin de
semana . . . y yo ya tengo trece años . . . a Julieta y a María Elena los
padres las
dejan . . . y de mis notas no te podés quejar . . . y . . . (Habla cada vez
más
desordenada y aceleradamente)
Madre: Espere
un poquito, m’hijita. ¿Me quiere explicar las cosas con más calma y
más claridad?
(Sin enojo pero con energía)
Hija: (Un
poco molesta) Que un grupo de mi curso organizó un campamento para
este fin de
semana en la finca de una de las chicas. Todas mis amigas van . . .
Hermana: (Con
picardía) Y tus amigos también
(Mirada
fulminante y gestos de la que pide permiso. La madre lo advierte)
Madre: ¿Y los
padres de la dueña de la finca?
Hija: Están
de viaje. Pero se la prestan. Siempre se la prestan.
Madre: No
hija, no me parece prudente desde ningún punto de vista que un grupo de
chicos solos
pasen juntos un fin de semana (enojada) . . . solos . . . habráse visto . . .
(muy enojada)
Hija:
(Lloriqueando) Pero mamá ¿Me querés decir por qué no? . . . ¿eh? . . . ¿Por
qué no? . . .
¿Qué me va a pasar? . . . ¿No me tenés confianza acaso? . . ¿O te
creés que
todavía soy una bebita?
Madre:
(Furiosa) ¡Mirá mocosa, no tengo por qué darte tantas explicaciones a tu
edad!
¿Entendido? Porque usted todavía no es mas que eso. Una Mo-co-sa. Y es
mejor que me
ponga a planchar. (Se va enojada)
Hija:
(Llorando) Mocosa, mocosa. Tengo trece años. (La hermana la consuela)
Padre: (Entra
furioso) ¡Pero miren la hora! ¡Las cuatro y cuarto y nadie se ha
dignado
despertarme! ¿Pero que soy yo en esta casa? ¿Un cero a la izquierda? Sí,
seguro, eso
es lo que soy. (a la hija) ¿Y vos grandulona? Sentada papando moscas
en vez de
servirle un café a tu padre. ¡Pero qué cosa! ¡Grandota! ¿Cuándo te vas a
portar como
lo que sos? Una gran-do-ta (se va enojado. Sale en sentido contrario a
la madre) Una
grandota de trece años.
Hija: (Llora
más fuerte)
Hermana:
(Mirando para donde salió la madre y luego para donde salió el padre y
levantando
los hombros) Seguro que en el próximo reto le van a decir desubicada.
A P A G O N
ESCENA 2º
(Fondo suave
de música moderna. Patio de la escuela o plaza de barrio) (Entra un
grupo de
muchachos discutiendo de fútbol)
(Después
entra un grupo de niñas comentando y riendo suave)
(Detrás entre
una pareja conversando: Marcelo e Inés)
(Los
muchachos se reúnen entre sí y las niñas hacen otro tanto. La pareja se
desarma y va
cada uno con su grupo)
(Las niñas
hablan en mímica)
Luis:
(Burlón)¿Así que otra vez perdió Independiente el domingo pasado?
Jesús: Vamos,
no seas mal intencionado para hacer preguntas. Los pobres hacen lo
que pueden.
Marcelo: Sí,
igual que vos en matemática, pero a los dos les va . . . (Hace una seña
con el pulgar
hacia abajo, indicando que les va mal)
José: ¿Qué
tiene que ver? No hablen huevadas.
Cristian: No
te enojes. Te están cargando para hacerte rabiar. (Lo palmea en la
espalda)
Juan: Y . . .
hablando de hacer rabiar . . . Me parece Marcelo ¿o estabas discutiendo
otra vez con
Inés?
Marcelo: Sí,
porque es una caprichosa y una celosa (muy seguro de sí mismo) Pero
conmigo que
no se venga a hacer la difícil, porque se va a quedar sin novio en
cualquier
momento.
José: ¡Esos
son hombres!
Cristian:
¡Che! Una mina que está tan fuerte. Pensalo bien.
Marcelo:
Mirá, será todo el minón que quieras, pero a mí que no me quiten la
libertad. Si
uno no se da el lugar de entrada nomás, después te quieren llevar de la
nariz. Ah, no
man, conmigo no.
Luis: ¡Bravo
macho! (Mirando al grupo de chicas). Eh mirá, me parece que Inés se
está yendo.
Vamos, sé un buen novio, acompañala
Todos: Sí,
vamos, perdonala, aflojá por una vez. . .
Marcelo: Está
bien, no se lo merece, pero así le demuestro lo que es un hombre
(con
masculina seguridad)
Todos: ¡Bien
. . . ¡ ¡Uh, está re enganchado! ¡La primavera . . .! ¡También con esa
jetita! ¡Y
esas gambitas! ¡Y ese...!
(En primer
plano Inés y Marcelo. En segundo plano quedan el grupo de niñas por un
lado y el de
varones por otro, charlando en mímica sin prestar demasiada atención a
la pareja)
Inés:
(Áspera) ¿Vos otra vez? ¿Qué querés ahora?
Marcelo:
(Tratando de tomarle la mano) (Inseguro y angustiado). Inés, Inesita, mi
amor,
entendeme, sé buena, no llegué a las nueve el sábado porque se me rompió la
moto. Te juro
que caminé como loco para que no se me hiciera tarde. A las nueve y
media estaba
en tu casa. Siempre hago lo que vos me pedís. ¡Por una vez!
Inés: (Seca)
No seas cansador, Marcelo. Ya te dije que no es por eso que no quiero
salir más con
vos. Déjame tranquila.
Marcelo: Pero
Inés ¿Qué voy a hacer sin vos? Entenderme. Te lo ruego. Vos sos mi
vida. Haría
cualquier cosa que me pidieras por demostrártelo. Yo . . . (casi
lloriqueando)
Inés:
Marcelo, vamos a hacer un papelón adelante de todos. ¿Por qué no entendés
que ya no me
importas más? ¿eh? ¿Por qué no me dejas en paz? Búscate otra
novia, por
favor, y chau, lo nuestro se acabó (Marcando la última palabra).
Marcelo: (Muy
triste) Inés. . . (Ve la mesa de sus compañeros, mira a Inés que se va
con sus
amigas. Compone la figura y vuelve con sus amigos que charlan
animadamente)
(Se sienta serio y silencioso)
Todos:
(Ansiosos y curiosos) ¿Qué pasó? ¿Fue? ¡Qué cara de muerto! ¿Le
cortaste?
Marcelo: (Con
voz fuerte y segura) Lo lamento por ella, pero las cosas así no podían
seguir. Tiene
que entender que yo soy un hombre y no un muñeco.
José: ¡Pobre
flaca!
Ariel: ¡Ojalá
yo fuera así con las minas!
Luis: Y yo .
. . siempre meto la pata. Pero Marcelo parece que nació para matar.
Marcelo:
(Displicente) Bueno, no es para tanto, sé como manejar a las mujeres,
nada más.
A P A G O N
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